¿Qué tal os va el verano? La verdad que en Asturias no es que tengamos muy buen tiempo, el sol se digna a salir muy de vez en cuando y solo se puede ir a la playa en días contados, necesito vacaciones de verdad! jajaja
Bueno, hoy hago este post para explicaros la receta de esta estupenda tarta de queso y chocolate blanco. Ayer fue el cumple de mi madre y aunque tampoco es que lo celebrásemos mucho,creo que una tarta es imprescindible en cualquier cumpleaños, así que me animé a hacer esta. Mi madre tiene la suerte de no ser nada golosa, algo que por desgracia no he heredado yo, y la única tarta que le hace algo de gracia es la tarta de queso, así que decidí combinar un poco de su gusto con un poco del mío (el chocolate blanco mmm). La verdad que la idea resultó un éxito porque quedó una tarta muy suave y fresquita, así para aquellos que enseguida os empalague el dulce, esta es una muy buena opción! Además, no necesita horno y se tarda muy poco. Así que venga! Vamos a por la receta!
¿Qué necesitaremos?
- Un molde desmoldable
- Un cazo grande o una olla
- Una jarra medidora
- 50 gr de mantequilla
- Un paquete de galletas (yo usé Marbú dorada pero podéis usar las que más os gusten)
- 150 gr de chocolate blanco
- 130 gr de azúcar
- 250 gr de queso de untar (yo usé Philadelphia)
- 550 ml de nata para montar
- 200 ml de leche
- 1 sobre de cuajada
- Lo que queramos para decorar (yo eché chocolate rallado)
Preparación
La preparación es muy sencilla de hacer. Primeramente, haremos la base de galletas. Para ello, machacaremos las galletas con la batidora y después las pondremos en un bol. A continuación, derretiremos la mantequilla en el microondas unos 10 segundos y la incorporamos junto con las galletas trituradas. Revolveremos hasta que veamos que queda una mezcla homogénea (podemos usar más mantequilla si queremos). Después, echaremos la mezcla a nuestro molde dando pequeños golpecitos (podemos ayudarnos con un vaso), hasta asegurarnos de que queda fija y que cubre toda la base. Una vez la tengamos lista la reservamos en la nevera mientras preparamos lo demás. A continuación, echamos todos los ingredientes en el cazo y lo ponemos a fuego medio (da igual el orden, eso sí, es mucho mejor que echéis el sobre de cuajada en la leche y remováis antes de echarlo junto con lo demás). Removemos hasta que empiece a hervir, y después removemos durante unos minutos más. Retiramos del fuego y lo echamos con cuidado en nuestro molde. Esperamos a que repose un poco y después lo metemos en la nevera. Podemos esperar unas horas para comerlo pero es mucho mejor servirlo al día siguiente, está mucho más rica.
Aquí os dejo fotos de la mía (cómo véis me pasé un poco con la base, en la receta que seguí utilizaban demasiadas galletas para mi gusto, es por eso que creo que con un paquete es suficiente):
¡Espero que os animéis a hacerla! Los que no os lleváis muy bien con la cocina es la oportunidad perfecta al no necesitar horno y además es una tarta tan suave que es fácil que le guste a la mayoría de la gente. Yo ya la voy a incluir en mi lista de tartas TOP jajaja
¡Nos vemos pronto! :)
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